En Pekin, un millón de personas viven en condiciones infrahumanas. Lo hacen en refugios antiaéreos reconvertidos en hogares improvisados. Una habitación subterránea cuesta al mes alrededor de 40 euros, por lo que muchos inmigrantes que han ido a la gran ciudad de Pekín a buscar un futuro mejor tienen que optar por vivir en estos habitáculos.
|
etiquetas: refugios antiaéreos , china , inmigrantes