Cuando Midas aún era un niño, una adivina le había predicho que conseguiría poseer una gran riqueza. Con ello en mente a lo largo de toda su madurez, consiguió convertirse en un rico y poderoso rey, pero nunca se conformaba con la riqueza y poder que ostentaba, si no que siempre deseaba más, queriendo poseer y disfrutar de todo aquello que fuera posible.
|
etiquetas: midas , oro , avaricia