Un escáner detectó que el bebé estaba afectado de espina bífida. Entre las opciones que se barajaron, se optó por llevar a cabo un novedoso procedimiento quirúrgico que supone abrir el vientre y el útero de la madre, operar al bebé y volverlo a dejar dentro. El bebé, una niña, está previsto que nazca en abril. "Ella tiene el mismo potencial que todos nosotros. Sí, hay riesgos, pero por favor piensen más sobre la espina bífida, ya no es lo que solía ser." afirma Bethan Simpson tras la operación.
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