Hoy una niña intentaba jugar con ese artilugio que se sujeta de un tobillo y da vueltas exigiendo saltar con la otra pierna. Lo llaman pata-pata, aro de tobillo, mete pata... El caso es que la niña lo ponía correctamente pero no ganaba en el juego. Miraba al artefacto esperando que hiciera algo para su gozo personal. Aquello no se movía. Miró a su madre con cara desconsolada y un gemido de frustración. La madre estaba a lo suyo, hablando con una amiga.
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