"El problema se plantea si llega el mes de septiembre sin una ley que sustituya a la actual, las tarifas pasen a regirse por el precio medio del mercado -de 45 a 6 céntimos por kilovatio-, lo que supondría, una “catástrofe” para el sector. Nadie cree que se vaya a llegar a eso, pero sí es cierto que el sector prefiere no mover ficha hasta saber a qué atenerse. “La situación ahora mismo es de una incertidumbre total. Habrá que esperar acontecimientos, y confiar en que el gobierno tome las riendas del problema apuntando una solución acertada."
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