La neoyorquina Cheyenne Cherry tenía 17 años cuando decidió vengarse de una ex compañera de piso. Entró junto a una cómplice de 14 años en el piso de la víctima y entre ambas metieron al gato de la víctima en el horno, donde procedieron a achicharrarlo. Ahora un tribunal la ha condenado a un año de cárcel por crueldad animal y a un año más por intento de robo, además de la prohibición de tener mascota durante 3 años. A la cómplice de 14 años la han condenado a pasar 18 meses en un reformatorio.
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