"A mediados de los ochenta los ordenadores eran cosa de frikis. Y además era una cuestión estadística: si no tenías granos y gafas, no tenías uno. Y ni siquiera todos los cuatro ojos con acné estaban interesados o podían permitirse comprar una de esas máquinas (...) A mediados de los ochenta, con un ordenador podías escribir algún texto, crear alguna base de datos, algún programa –si sabías mucho– y poco más. Y entonces apareció el Amiga:
es.wikipedia.org/wiki/Commodore_Amiga ."