La semana pasada, varios bateeiros de la ría de Arousa descubrieron, espantados, que su plan de trabajo para los próximos años había sido desbaratado por completo. Al amparo de la noche, alguien se había acercado a las plataformas para llevarse cuerdas, sobre todo aquellas en las que crece la tan escasa cría. «Non son roubos dunha ou dúas cordas. Hai bateas nas que falamos dun cento», explicaba ayer Fernando García, el presidente de la asociación Illa de Arousa. Esa oleada de asaltos fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de muchos produ
|
etiquetas: mejilloneros , vigilancia , bateas