El colmo de un perro labrador, raza tradicional de lazarillos, sería quedarse ciego y que su dueño lo quisiera sacrificar. Le ocurrió a 'Boludo', un precioso y sano animal gallego de cinco años, que perdió la vista por una enfermedad de la retina. Pero el veterinario se negó a darle muerte, convencido de poder encontrarle un nuevo hogar. Sólo ha hecho falta una semana para dar con la mujer dispuesta a guiar los pasos de 'Boludo' a partir de ahora. Es la medallista paralímpica Mónica Merenciano, quien además es también invidente parcial.
|
etiquetas: ciega parcial , medallista , adopción , perro ciego , sacrificio