En la película Dogville una fugitiva encontraba cobijo en un pequeño pueblo de Colorado a cambio de trabajar para los lugareños, pero aquella villa que le ofrecía socorro interesado acababa descubriéndose como una jaula poblada por animales salvajes. Contratar un casting de estrellas para rodar lo que parecía una obra de fin de curso que a alguien se le había ido de las manos era una idea tan soberbia como disparatada. Russell Crowe visitó el plató y dijo «Esto requiere una explicación», el director de aquello contestó con un «No por mi parte».
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