edición general
2 meneos
16 clics

Matar a un elefante

Las trampas del aplauso nos afectan a todos. El halago es intimidatorio. El chantaje del aplauso es eficaz, irresistible. No es difícil, por ejemplo, detectar en los columnistas de prensa, en los opinadores consuetudinarios, una frase o un comentario suelto en el cual niegan o exageran sus convicciones con el fin de escuchar el aplauso silencioso pero visible de los cibernautas. El cortejo del favor popular conduce a la peor forma de traición, a la traición a nosotros mismos.

| etiquetas: george orwell , soborno , simpatía

menéame