La militarización del control de la inmigración y la conversión de la frontera de Estados Unidos con México en una zona casi de guerra beneficia a la industria militar privada y a las empresas que gestionan las cárceles. Luis Martín Cabrera, republicano errante, residente en Estados Unidos desde los años noventa, lo cuenta en su libro de crónicas Insurgencias invisibles: resistencias y militancias en Estados Unidos (La oveja roja).
|
etiquetas: eeuu , criminales , prisiones , méxico , lobbies , esclavos