Ser mujer, atea y periodista en Marruecos implica alto riesgo. Si además se lucha contra la imposición del islamismo, la persecución es rutinaria. Aunque su nombre resulte desconocido, hace escasos meses su detención se convirtió en noticia, y no solo en la prensa marroquí. En septiembre, la periodista Zineb El Razoui, junto a otra compañera convocaron a través de Facebook una concentración en un bosque de Mohamendia para romper conjuntamente el Ramadán, comiendo un bocadillo.
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