En plena fiebre de las cápsulas, Marcilla ha decidido ofrecer cápsulas para las cafeteras que tenemos todos en nuestro hogar, la cafetera italiana. No ajusta a la cafetera, hace peor café, pero el verdadero problema es el medioambiental. Cuando has acabado, tienes una cápsula que no puedes abrir. Para reciclarla, tienes que cortarla y lavarla. El traer este producto al mercado demuestra la absoluta indiferencia de esta empresa hacia el medio ambiente.
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