Lo dicen los propios guardia civiles, agrupados en la Unión de Guardias Civiles (UniónGC), que tiene el 40 por ciento de afiliación entre los agentes destinados en Bizkaia. Son ellos los que en una rueda de prensa han pedido que se realicen estudios psicológicos de los mandos para valorar si están en condiciones o no de ejercer su cargo. Según la asociación, muchos de los mandos deberían abandonar el Cuerpo porque “no están regidos por parámetros democráticos y son un peligro para la ciudadanía”.
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