La lucha de trincheras durante la Primera Guerra Mundial nos ha traído curiosas historias sobre la dura vida y constante prueba de resistencia humana que tuvieron que soportar aquellos soldados. También en esas mismas trincheras se dice que nació la superstición de no encender tres cigarros con la misma cerilla, porque traía mala suerte. La explicación era simple: cuando los soldados fumaban por la noche, la intensa llama inicial de la cerilla delataba su posición fácilmente. El tirador enemigo entonces se percataba y cargaba el fusil.
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