Estas mujeres le han recriminado a la cara a Imbroda que su política está por encima de sus hijos, que se las "discrimine por tener que elegir entre acudir a sus puestos de trabajo o dar de comer a los niños". Cuando la protesta subía de tono una madre le ha espetado al Consejero: “Hay que priorizar. Las madres tienen que trabajar, los niños tienen que comer y los baches pueden esperar y se ha acabado”. Ante eso la cara de Imbroda era un poema aflojándose y apretándose la corbata continuamente. Callado, con mala cara, sin respuesta.
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