Una joven de 23 años fue condenada a cadena perpetua en Reino Unido tras cometer el asesinato de sus hijas porque no podía disfrutar de su vida sexual a gusto.La madre asfixió a Lexi, de tres años y estranguló a la pequeña Scarlett. Cuando llegaron a la vivienda las pequeñas ya estaban muertas y resaltaron el hecho de que Louise no estuviese preocupada con lo que había sucedido.Las investigaciones desvelaron más tarde que al día siguiente de haber matado a las niñas, la mujer había aceptado 41 peticiones de amistad en una aplicación de citas.
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