En las noches de verano, las luciérnagas macho sincronizan sus señales luminosas en busca de pareja porque las hembras responden mejor al coro de luces que a los brillos aislados. Moiseff y Copeland colocaron hembras Photinus en probetas de laboratorio y las rodearon con luces intermitentes que simulaban los patrones de brillo de múltiples machos. Las hembras producían sus propias señales de manera más coherente como respuesta a las señales sincronizadas que a las desincronizadas. En español:
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