He seguido con perplejidad y creciente asombro la polémica suscitada por Pío Moa tras establecer la "normalidad" y las "desgracias" en materia sexual; las segundas, claro está, consecuencia de la primera. En su último artículo, después del muy desabrido y muy poco argumentado contra José María Marco, temo que Moa va más allá de la cortesía para replicar a Albert Esplugas, aunque tenga la a veces aterradora virtud de la claridad. Relacionada:
www.meneame.net/story/libertad-expresion-no-apta-para-fanaticos