Lourenco hace saltar el radar de la carretera, lo que implica que supera los 110km/h en esa bajada. Y por supuesto el límite de velocidad permitido. Las autoridades sudafricanas asumen que el vecino “puso a otros usuarios de la carretera en peligro”. Y viendo los movimientos (y la frenada) que hace, no es para menos.
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