Supongo que la mayoría de vosotros os sentís igual de decepcionados que yo con la TDT. Aparte de poder ver un poco más fácilmente los programas que van a poner en las próximas horas o días (y darte cuenta así más pronto de que no hay casi nada interesante), la principal ventaja que se suponía que íbamos a tener con el nuevo sistema, o sea, la existencia de muchos más canales, es una auténtica tomadura de pelo.
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