Juan Pablo es informático y trabaja en una de las decenas de multinacionales que tienen su sede en Madrid. Concretamente, a las afueras de la M-30, en Alcobendas, un importante polo empresarial de la capital. Su oficina debería volver a la normalidad en septiembre pero, como ocurre en otros muchos sitios, el teletrabajo sobrevive por ahora a la pandemia. Después de largos meses de indecisión y procastinación, el nuevo curso despierta con un tenso tira y afloja entre trabajadores y empresas.
|
etiquetas: teletrabajo , oficinas