Lo que ha trascendido de esa llamada es que el propio Méndez había explicado que la mujer estaba nerviosa y que le había tenido que dar dos bofetones para tranquilizarla, pero que como no acababa de calmarse solicitaba al servicio de emergencias que enviaran a alguien que lo hiciera. Se supone que a unos médicos. Sin embargo, los que acabaron presentándose en la vivienda no fueron miembros de Urxencias Sanitarias, sino agentes del puesto de la Guardia Civil de Brión.
|
etiquetas: luciano méndez , 112 , violencia de género , denuncia