Tras un juicio en el que resultó culpable de seis delitos, el joven de 18 años Owen Thor Walker ha quedado libre, aunque deberá pagar una multa. Según informa la BBC, el joven ha sido condenado a pagar cerca de 6.300 euros por los daños causados y a entregar su ordenador. No obstante, la policía de Nueva Zelanda ha mostrado su interés en 'reclutar' al joven y utilizar sus habilidades para luchar contra los delitos cibernéticos.
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