La conclusión la que llegan algunos Cineastas contra la Orden es que no se ha solucionado el punto más preocupante del borrador del documento. Y por ello prometen seguir presentando batalla. Se trata de la exigencia de que para que una película reciba subvenciones ministeriales debe costar como mínimo dos millones de euros o contar con una audiencia de 60.000 espectadores ("una cifra que está fuera de la realidad de mercado"). Un listón que consideran demasiado alto y que margina al cine pequeño. "Eso contradice la filosofía general de la ley..
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