La necropsia de un ejemplar abatido en Texas desmonta el bulo del animal mítico. El chupacabras tiene piel de color ceniza, colmillos prominentes y crestas en la espalda. Según la leyenda que se extiende desde Estados Unidos al cono sur de América, ataca a cabras y gallinas para beberse su sangre. Pero, tras realizar la necropsia, para Sharman Hoppes, veterinaria en la Universidad de Texas A&M, la mítica criatura no es más que un coyote con sarna. Relacionada:
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