La Primera Guerra Mundial fue dominada por las explosiones y la artillería pesada; hecho que provocó un gran número de heridos con graves daños faciales, a menudo irreconocibles por sus seres queridos. Esta tragedia, de los supervivientes incapaces de poder vivir, llevó a Sir Harold Gillies a revolucionar la incipiente disciplina de la cirugía plástica más allá de las técnicas conocidas, convirtiéndose en el padre de la cirugía plástica moderna. Enlace a una muestra de la exposición que le han dedicado (+ en coment.) Trad:
fon.gs/hg