El científico y responsable de la ONG Physicians for Human Rights, Stefan Schmitt, lleva años abriendo fosas por todo el mundo. Su objetivo es dignificar a los muertos y devolver la memoria a los vivos. Hace 9 años, una matanza acabó con 2.000 talibanes, de forma especialmente cruel: "Se deja a la gente encerrada en contenedores metálicos a pleno sol. Y al cabo de dos horas la situación se vuelve insoportable. Quienes estuvieron allí dentro contaban que se lamían el sudor unos a otros para tener agua".
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