Un par de días más tarde, el cuidador de la bóveda de los Cambaceres comunicó a Luisa que descubrió la tapa quebrada el féretro de Rufina. El cajón se había movido y cuando lo abrieron, encontraron a la joven con el rostro y las manos arañados y amoratados. Se cuenta que Rufina habría sido víctima de un ataque de catalepsia
|
etiquetas: historia , ciencia , catalepsia