La Mona Lisa tuvo, originalmente, cejas. Leonardo Da Vinci puso una capa de un esmalte especial en la pintura, para resaltar el efecto tridimensional, pintando algunos detalles, como las cejas, por encima de esa capa. La explicación sugiere que las cejas desaparecieron debido a reacciones químicas o a la limpieza del lienzo. Una fotografia de 240 megapíxeles de la Mona Lisa ha descubierto este y otros detalles, en especial las diferencias en cómo se podia ver el cuadro hace 500 años y ahora.
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