Enrique Meneses El escándalo de pederastia generalizada que se ha sacado a la luz del día en Estados Unidos, Irlanda y Alemania, ha permitido descubrir que el Gran Inquisidor Ratzinger, cabeza del Santo Oficio (especie de KGB vaticano) antes de convertirse en Benedicto XVI, sostiene que no conocía el asunto cuando se han dado casos en el Coro que dirigía su propio hermano. Para el Sumo Pontífice, aún siendo abominable, la pedofília de los sacerdotes se castiga pidiendo perdón y siendo comprensivo con los pecadores.
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