Pretenden disculparse. Tras poner en el punto de mira a un árbitro, alentar a los descerebrados de turno y ver las amenazas de muerte al objetivo, ponen paños calientes. Dicho esto, que es una explicación y no una excusa, Turienzo merece todo el respeto de Marca como persona y como árbitro. Es un ser humano que se equivoca. Nosotros somos críticos que juzgamos su actuación. Y fue muy mala. Pero un mal día lo tenemos todos.
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