El fallo data de 2015, cuando Kaspersky implementó una funcionalidad que avisa al usuario que los sitios son confiables. Lo que hace el software es que inyecta un código de JavaScript en todas las páginas que el usuario visita, no importando el navegador. Este código cuenta con un número que identifica al computador y que es leído por los sitios de internet. El problema es que un sitio podría capturar fácilmente el código de identificación y almacenarlo, con el fin de espiar al usuario. La clave es única para cada computador y de acuerdo.
|
etiquetas: kaspersky