Luchó contra la doctrina racista y principios hitlerianos con la inteligencia y sagacidad que le daba su puesto Nazi.Reclutó para su taller de reparaciones a cientos de judíos del gueto. Los salvoconductos y certificados otorgaban protección a los trabajadores, sus mujeres y dos de sus hijos. Logró completar en varios meses más de 250 expedientes que salvaron a más de un millar de judíos del genocidio y exterminio en el gueto. Fue juzgado en los sumarios de posguerra pero declaraciones de cientos de judíos implicados le exoneraron de penas.
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