En el Reino Unido arranca el juicio contra una mujer que mató a su hijo por no ser capaz de memorizar el Corán. Sara Ege, vecina de la ciudad de Cardiff, golpeó hasta la muerte a su hijo de siete años cuando éste no fue capaz de recitar un extracto del Corán que le habían ordenado aprender. Cuando la madre se dio cuenta de que el niño estaba muerto, prendió fuego al cuerpo para deshacerse de las pruebas. Los padres querían que el niño se convirtiese en un 'hafiz' (que sabe el Corán de memoria).
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