Un divorcio puede sobrevenir en cualquier momento. Incluso estando la mujer embarazada. Y eso lo saben muy bien en los dos juzgados de Familia de Vigo, donde por sorprendente que parezca ya se imponen regímenes de visitas en casos de separaciones cuando el niño todavía no ha nacido. Pero también hay conflicto para los hijos crecidos. Los jueces ya han perdido la cuenta de los juicios en los que han tenido que decidir sobre la iglesia y el restaurante ante el desacuerdo de los padres. "¿Decido también el menú?", preguntó un juez en una ocasión
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