La solución adoptada por el Ministerio de Fomento, y las comunidades autónomas para las carreteras de su competencia, es instalar otra chapa -bionda por la forma que tiene vista de perfil- en la parte inferior del poste, de modo que el cuerpo ni choque contra él, ni salga de la carretera o se vaya al carril contrario. La Junta de Extremadura se gastó en los últimos meses 3,88 millones de euros para instalar esa chapa suplementaria, y ha sido de las escasas cuatro o cinco autonomías que que lo ha hecho. El resultado es calificado de chapucero
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