Un estudio publicado en Journal of Clinical Sleep Medicine sugiere que jugar a un videojuego antes de irse a dormir apenas tiene efecto en el tiempo que los adolescentes tardan en dormirse. Para ello, estudiaron el tiempo que 13 adolescentes tardaron en dormirse tras jugar a Call of Duty 4 y lo compararon con el tiempo que tardaron tras ver un documental sobre pingüinos. No encontraron grandes diferencias. En castellano
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