El juez indica: «En realidad, sobran los comentarios y sólo procedería preguntar a la denunciante: ¿qué ha denunciado? o ¿cómo ha podido denunciar esto sin rubor? o, ya en general, invitar a la reflexión sobre la impúdica desfachatez». Critica «la sobreprotección enfermiza de los menores, que destroza sus posibilidades de maduración personal» y califica la denuncia de injusta y descorazonadora
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