(C&P): La animación -que fue hecha para internet- está protagonizada por dibujos parecidos a los de la serie estadounidense "Los Simpsons". La polémica central del caso se basó en la pregunta de si un personaje de dibujo animado puede representar a una persona real. El juez Michael Adams falló que sí y por lo tanto encontró culpable de pornografía infantil a un hombre residente en Sidney que tenía este material en su computadora.
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