El jueves, cuando los 4000kg de cebollas estaban listos para recoger, el comprador le comentó que ya no las quería. Tras meses de trabajo cultivándolas, el agricultor veía como se iban a echar a perder todas. Aquí es donde intervino su nieta, Marina Gimeno, que, con una publicación en Instagram, revolucionó las redes sociales con el objetivo de vender algunas cebollas a un euro el quilo (el comprador le pagaba 0,07€). Su mensaje se ha viralizado hasta el punto que la joven ha tenido que negarse a los pedidos de fuera de Valencia.
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