Según la familia, llegó al Virgen del Rocío con dolor de garganta y no la atendieron hasta entrar en parada cardiorrespiratoria. M.I.C.M tenía 28 años y era empleada de banca. Llevaba una vida feliz hasta que el 31 de diciembre del año pasado se truncó en un sillón del hospital Virgen del Rocío de Sevilla en seis horas. Entró con un dolor de garganta esa noche. A las pocas horas quedó como un vegetal. Concretamente «en estado vegetativo por encefalopatía postanóxica grave que persiste».
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