Kazuhito Asai ha estado los últimos cuatro años sin salir de su casa. En su habitación de apenas ocho metros cuadrados de Yokohama (Japón) tiene todo lo necesario para subsistir: una cama, un ordenador, un televisor y un móvil le abren las puertas del mundo virtual -el de Internet- donde transcurre su vida diaria bajo el alias de Goma chan. Su madre le prepara cada día la comida y él no suelta el iphone ni para ir al baño. Le gustan Michel Houellebecq, François Truffaut y «el porno normal».
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