Ayer tuve una experiencia, una experiencia más… Venía andando por la calle hacia la casa de la Junta en la que temporalmente vivo en Mérida, cuando un chico que tendría entre 25 y 30 años, me increpó. No me dolieron sus duras palabras. Me dolió su cara. Él no me conoce y no tiene por qué saber que nada de lo que contó es verdad. A su edad, yo no era el parásito que él dice, sino un médico forense haciendo cientos de días de guardia en Valencia y en Extremadura.
|
etiquetas: extremadura , politicos , juventud , indignados , junta 
