Un joven aceptó ayer cumplir una pena de seis años y ocho meses de prisión por intentar matar a un policía durante una persecución en Aldaia. El acusado le arrebató el arma al agente, le encañonó a la altura de la sien y apretó varias veces el gatillo. El policía se salvó porque el arma no estaba montada. El procesado también lesionó a otros agentes, que al final lograron reducirlo.
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