Un joven chino de 29 años descubrió una estatuilla de terracota de la dinastía Song (960-1279) de manera accidental, en la cuneta de una carretera del centro del país asiático. El arqueólogo por accidente, llamado Xu Yuanguang, paró su motocicleta junto a un montículo en las afueras de la ciudad de Chengdu, con el fin de orinar, y al hacerlo se retiró parte de la tierra que cubría la figurilla, una representación de una mujer arrodillada.
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