Un jurado de Boston otorgó $63 millones de dólares a Samantha Reckis en compensación por los daños causados por el analgésico Motrin del laboratorio Johnson & Johnson. El Día de Acción de Gracias del año 2003, cuando tenía 7 años, sus padres le dieron este medicamento para controlarle una alta fiebre y evitar una infección masiva, pero le produjo una reacción alérgica con una necrólisis epidérmica tóxica por la que perdió el 90% de su piel. La botella sólo tenía una pequeña advertencia técnica en la etiqueta. En español:
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