Una ciudad del sur de China ha prohibido a los perros, dejando a sus decenas de miles de dueños frente a su sacrificio a menos que puedan encontrar un nuevo hogar. Las autoridades de Jiangmen, provincia de Guangdong, dicen que están preocupados por los casos de rabia y la situación general de la ciudad, pero los amantes de los animales han reaccionado con enojo y un experto en control de la enfermedad advirtió que la táctica que planeaban, que afectará a 30.000 animales, no es científica, sino inhumana y a corto plazo.
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