Jacinto Álvarez el hombre que hasta el estallido del caso Unión dirigió el servicio de limpieza del Ayuntamiento de Arrecife enchufó en Urbaser a su mujer y a sus hijos –que cobraban sin ir al trabajo–, cargaban a Urbaser los gastos de sus móviles y obligó a varios empleados a pedir anticipos que fueron directos a su bolsillo. La Sala de lo Social del TSJC afirma que los trabajadores actuaron como les ordenaba «a pesar de ser partícipes de una irregularidad, por temor a las represalias de carácter laboral que pudiera ejercer con ellos el actor»
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